Cuando la bronca por la derrota argentina en la final de la Copa América ante Brasil (3-0) aún dolía, los chicos de Hugo Tocalli le devolvieron la sonrisa a todos con el pase a semifinales. El juvenil derrotó 1-0 a México y el jueves buscará la final ante Chile.

El conjunto albiceleste jugó unos primeros diez minutos muy buenos: logró adueñarse de la pelota, dominó en el medio del campo de la mano de Banega y fue explosivo en los últimos metros con Di María y Agüero, quien siempre logró atraer dos marcas, aguantar y abrir espacios. Pero los de Tocalli se quedaron de golpe y le ofrecieron al rival la posibilidad de adelantarse varios metros, algo que los aztecas no dejaron pasar. Y comenzaron a herir con la velocidad y habilidad de sus delanteros.

El encuentro se hizo trabado para los dos equipos. Los dos se afirmaron en el círculo central y dejaron pocos espacios para maniobrar. Agüero dejó de participar en el juego, Maxi Moralez se mantuvo bastante irregular por la derecha y los volantes de contención argentinos no consiguieron recuperar rápido.

Pero cuando se moría el primer período y parecía que se iban iguales al descanso, México se equivocó en una salida y Argentina no perdonó. Di María se la dio cortita a Moralez por el medio y este puso el 1-0 con un buen zapatazo, que se desvió en Julio César Domínguez.

El complemento fue realmente vertiginoso, de ida y vuelta, aunque ninguno de los dos equipos tuvo ideas claras en los metros finales para marcar. Pese a las deficiencias de los mexicanos para generar jugadas de riesgo, el combinado albiceleste se metió peligrosamente atrás y por eso tuvo que sufrir hasta el cierre.

Los últimos minutos fueron desprolijos, ya que la Selección se dedicó a sacarla para arriba y a aguantarla y los mexicanos intentaron con centros que jamás llegaron a destino. Al final, con sufrimiento, Argentina se impuso a un buen equipo mexicano e irá en busca de la final, cuando el jueves enfrente a Chile.