La adrenalina que genera el fútbol es muy difícil de explicar, aunque los fanáticos de Argentina y Brasil pueden dar fe de lo que representan los colores de cada divisa, con el agregado de que en Maracaibo, los venezolanos se volcaron con pasión a alentar al equipo de Alfio Basile.
El fervor de los hinchas fue aumentando a medida que la hora del encuentro se iba aproximando y no fue extraño ver en las inmediaciones del "Pachencho Romero" abrazados a brasileños y argentinos compartiendo una cerveza, y lejos de la violencia que nos tiene acostumbrado el fútbol vernáculo.
Como es habitual, grupos de seguidores de la selección argentina, ataviados con camisetas albicelestes,
y muchos con sus rostros pintados, marcaron una gran presencia de 'criolla' en la final.
Nobleza obliga, se vieron muchísimos brasileños con sus inconfundibles instrumentos de percusión que, al compás de las clásicas batucadas danzaron con frenesí, y las "pulposas" garotas se llevaron todos los aplausos, de propios y extraños.
En el "Pachencho Romero", no hubo tribunas para cada "parcialidad" sino que estuvieron todos mezclados, lo que marca que la buena convivencia se tiene que dar irremediablemente, con todos los peligros que ello significa, esta Copa América todo lo puede.
Una postal algo impensada si nos detenemos en los innumerables enfrentamientos que se dan en las canchas argentinas.
