De este lado eligen el boxeo para salir de la marginación y conseguir un lugar en el mundo, a los golpes. De aquél, la búsqueda es de prestigio, que les permita dar pelea ante el racismo que les hacen sentir por ser aborigen.
Las líneas de Pablo Zamora Nievas y Anthony Mundine, con esas marcas, se cruzarán el miércoles en Broadbeach, en la Costa de Oro australiana. Estará en juego el título mundial de los supermedianos de la AMB, que ostenta el segundo.
"El Jabalí" rionegrino -nació en Río Colorado y está radicado en La Pampa-, tiene su primera oportunidad mundialista a los 26 años, en un peso que no es el ideal. Sabe de esa limitación, pero al aceptar afirmó: "el tren pasa una sola vez y ¿si no te subís?".
Además, es una de las defensas en las que Mundine, que conquistó el cetro por segunda vez en marzo, puede elegir rival. Los organizadores pusieron el ojo en un adversario que consideran "accesible para el campeón".
Zamora Nievas llega con un record de 16-1-1, con 12 antes del límite. La derrota por puntos es de agosto del 2005, mientras confía en la potencia de su mano derecha para lograr el triunfo de su vida.
"El hombre" es de la tribu Banllela y tiene una historia deportiva particular. Dejó el rugby en el 2000, cuando era el jugador mejor pagado de la liga australiana, porque "la discriminación era tan enorme, que el talento y el desempeño no servían", dijo. Pese a ser figura, nunca fue llamado a formar parte del seleccionado de su país.
Nunca peleó como amateur, aunque el cambio estaba influenciado por su padre Tony, ex campeón australiano en varias divisiones -en el 74 fue retador de Carlos Monzón en el Luna Park y perdió por nocaut en el séptimo-.
En ese intento por sobresalir en un deporte individual, lo que lo dejaba a salvo de los que no estaban dispuestos a darle un lugar, Mundine se coronó campeón mundial de la AMB al vencer al estadounidense Antwun Echols, en 2003.
En el 2004 lo destronó Manny Siaca y el 7 de marzo reconquistó el cinturón ante su compatriota Sam Soliman. Hoy a los 32 años su palmarés indica 28 triunfos (22 antes del límite), con 3 caídas.
"El hombre" afirma no ser experto en racismo, aunque sostiene que los aborígenes de América Latina tienen mucho parecido con los de Australia, porque son vistos como personas inferiores.
Entre los mandatos "culturales" está refugiarse en las montañas, para alimentarse con carne de iguanas o canguros.
Ese "personaje" tendrá enfrente Zamora Nievas, quien llega afilado a la chance. Un desafío nada sencillo, aunque siempre posible.