En un partido olvidable, Independiente goleó al descendido Quilmes por 4 a 1. El partido como tal se terminó al minuto de juego, cuando Daniel Montenegro transformó en gol un penal que Luciano Palos le cometió a Ismael Sosa, en la primera jugada.
A partir de entonces Independiente manejó el encuentro con tranquilidad, especialmente gracias al trabajo de la dupla Montenegro-Sosa, y golpeó a Quilmes en cada ocasión que se le presentó.
Sobre los 40 minutos llegó el segundo de Independiente. a través de Germán Denis y dos minutos después, Oscar Ustari tuvo su propio grito de gol, tras convertir de penal el tercero del Rojo. En la segunda etapa, a los 3 minutos Denis marcó el cuarto. El gol de Carlos Luna a los 41 sólo sirvió para cerrar el resultado de un partido que estaba definido desde la primera jugada.