Un desdibujado River apenas logró empatar 1-1 con Independiente en el Monumental y dejó pasar otra chance (¿la última?) para acercarse al líder del torneo Clausura, San Lorenzo.
Las imprecisiones fueron protagonistas de una primera etapa en la que River salió decidido a buscar el triunfo ante un pasivo Independiente que sólo se dignó a contragolpear. El local eligió el sector derecho de la defensa 'roja' para atacar. Su virtud fue saber desarmar a una línea de cuatro con desbordes por izquierda y terminar sus jugadas de ataque por el otro sector.
De esta manera, se gestó la primera emoción del partido, a los 18 minutos de juego. Belluschi tocó a la izquierda para Abelairas y éste envió un centro elevado que bajó Augusto Fernández sobre el otro sector. El pergaminense dominó el balón ante la marca de Fredes, desairó con un giro al volante y sacó un potente derechazo que se metió junto al primer palo de Assmann.
Luego del gol, River le cedió la iniciativa a su rival y se paró de contra para tratar de estirar la diferencia con la velocidad de sus hombres.
Pese a tener más la pelota, Independiente no fue claro para atacar, pero de a poco fue complicando a una defensa 'millonaria' que terminó dando algunas ventajas en esa etapa. La más clara del visitante fue a los 40. Machín desbordó por derecha, sacó el centro, cabeceó Denis y Carrizo salvó con el pie.
El segundo tiempo fue emocionante porque Independiente consiguió rápidamente el empate por intermedio de Machín. El rubio volante capturó un rebote en el poste, tras un disparo de Rodrigo Díaz.
Tras conseguir la igualdad Independiente se agrandó y tuvo varias oportunidades para llevarse la victoria. Pero la ineficacia de sus delanteros le impidieron llevarse los tres puntos.
El resultado le dejó un sabor más dulce a Independiente, que con actitud se llevó por delante a River pudo liquidarlo. Y a River sólo le queda ganarle a San Lorenzo, la semana próxima para seguir soñando con un título que parece ya un espejismo.
