LINIERS (AN).- El partido se acabó apenas había iniciado, y no es una contradicción. A los 7 minutos Maronese se quedó sin su arquero Nelson Churrarín, no tenía un reemplazante natural y un jugador de campo tuvo que ponerle el pecho a la difícil situación. El resultado: los neuquinos perdieron por 4-1 ante Liniers y se quedaron en las puertas de una final por el ascenso.
Pero no se acabó todo para el equipo que dirige Sánchez Laudari, porque ahora tendrá una instancia de repechaje ante Tres Algarrobos (que perdió por penales con Unión de Mar del Plata, quien buscará el ascenso ante los bahienses).
Si 'Maro' pasa, promocionará con Huracán de Comodoro Rivadavia para intentar llegar al Argentino B.
En Bahía Blanca los neuquinos perdieron casi todas las posibilidades en el despertar del partido. A los 7 minutos Churrarín fue a disputar un balón afuera del área con Lucas Gamietea. El arquero cayó mal y se lesionó uno de sus codos, por lo que fue trasladado a un hospital local. Inesperadamente en el banco visitante no había golero suplente, por lo que Gastón Fuentes tuvo que enfrentar esta responsabilidad.
Doce minutos más tarde Gonzalo Araujo probó al marcador central devenido en '1', a éste se le escapó el balón y el que la empujó fue Gamietea. Ahí se terminó el partido. Es más, Liniers decidió ceder la pelota y esperó para liquidar de contragolpe, sabiendo que la serie a esa altura estaba 3-0 (la ida fue 0-2 en Neuquén). A los 40 aumentó, con otro gol de Gamietea y sesenta segundo después volvió a gritar por intermedio de Juan Blanco desde los doce pasos.
El segundo tiempo fue para la anécdota, igual que el descuento de Manuel Sotelo y el 4-1 final de Ballesteros.
Maronese se quedó con las manos vacías, pero aún le queda una chance de cara al deseado ascenso de categoría.