Mientras periodistas y jugadores en actividad se refugian bajo las sombrillas, el segundo mejor tenista argentino en cantidad de torneos internacionales ganados (25 en singles) prefiere que el sol calcinante caiga sobre su rostro en el jardín adyacente a la sala de prensa del Buenos Aires Lawn Tennis Club. Quizá como parábola de quien vivió sus años de jugador bajo la "sombra" de Guillermo Vilas.
Ex número 4 del mundo, José Luis Clerc no oculta su ilusión por la actividad que está desarrollando en Parque Roca para chicos de escasos recursos. "Siempre tuve sueños, quiero que sea la mejor academia del mundo, hasta ahora hubo centros de entrenamiento. Enrique Rodríguez (titular de la Corporación Sur a cargo del proyecto) se está encargando de la construcción de un gran gimnasio, los dormis y a futuro habrá un colegio".
¿Te sentís más reconocido a medida que pasa el tiempo?
- ¡No sé!, ¡no sé!. Desde que llegué de Acapulco disfruto estar en mi país. Te puedo decir que hoy soy José Luis Clerc.
¿A que atribuís ese cambio?
- A la madurez de uno, antes salía de mi casa y me ponía una careta.
Cierta desilusión te llevó a radicarte en Miami. Dijiste que estabas a gusto porque cumplían con la palabra.
- Aquí todos dicen que tienen muchos amigos, allí uno no hace amigos pero para mi con uno o dos es suficiente, lo que quería era trabajar y ser reconocido por ello. Uno de los defectos que tenemos los argentinos es no respetar al prójimo, se ve todos los días en la calle y yo siento a veces que me contagio. Pensamos que un presidente nos tiene que salvar, el día que esas cosas cambien éste será el país más lindo del mundo.
¿Si no te hubieras enemistado con Vilas hubieran llegado más lejos?
- Vilas y Clerc nunca necesitaron estar unidos, cada uno tenía que concentrarse en lo suyo, aunque reconozco que es lindo ver que ahora los chicos cuando terminan su partido van a ver jugar al otro.
Batata, ¿que le respondés a los que hablan de un bajón generalizado de los mejores tenistas argentinos?
- ¡Es que tantos éxitos nos mal acostumbraron!. Hasta nos dimos el lujo, en 2004, de tener a tres argentinos en la semifinal de Roland Garros (Gastón Gaudio, Guillermo Coria y David Nalbandian). Y hay historia, antes tuvimos una Gabriela Sabatini...
¿Qué reflexión te dejaron los silbidos del público al "Gato" Gaudio?
- Me dolió mucho porque cuando ganó Roland Garros estaban todos, era un fenómeno. Ahora está pasando un mal momento, entonces no sirve para nada. Comentan que tira los partidos, es un inútil, quiere dejar, como pasa con Coria. El "mago " era el jugador maravilla hasta hace poco tiempo atrás y estaba entre los diez del ranking, ahora no existe. Esa fue siempre la mentalidad del argentino, somos exitistas, así nos va en todo sentido.
¿Cómo se sale de un pozo como el que está atravesando Gaudio, quien no puede ganar un partido?
- Creo que no disfruta. La gente va a decir que gana mucho dinero, pero vos podés ir a la oficina ganar mucha plata y si no estás satisfecho se refleja en la empresa. En el tenis la empresa sos vos. Todos pa
samos momentos difíciles, de bajones. Yo lo quiero mucho a Gastón, desde que a los 8 años pasó por La Horqueta. Es el jugador más talentoso de Argentina, también quisiera que le vaya bien a (Guillermo) Coria, al que no conozco tanto, porque amo este deporte.
CLAUDIO RAVINI
¿Es la gente la que los exige, o ellos se ponen presión?
- Uno se autoexige. En el tenis es uno contra el resto del mundo, no es en equipo que cuando te quema la pelota se la pasás a otro.
Parte del público observa a sus ídolos actuales, fríos, distantes...
- El tenis moderno llevó a los jugadores a ser más cerrados y hay que respetarlos. Me parece que la diferencia es que cuando yo jugaba me interesaba llegar al domingo, no los premios. Nunca jugué por la plata. En cierta oportunidad me tocó enfrentar al polaco Fibak por un circuito WCT que era paralelo al de ATP y al que clasificaban los ocho primeros. Sorprendido porque le gané muy fácil, le pregunté a mi entrenador el "Pato" Rodríguez acerca del partido. "El pensó en la plata y vos jugaste al tenis", me contestó. Yo no se que piensan estos jugadores, pero uno vibraba con el público. El publico era parte de nuestras vidas y a mi me hizo ganar muchos partidos.
¿Cómo ves a Nalbandian?
- Si quiere puede estar entre los dos o tres mejores del mundo. Pero, recalco, si él quiere.
