Todo transcurría en paz, pero la violencia siempre aparece, está a la orden del día. Cuando Cecilio Gómez pitó el final un grupo de barras de Cipolletti, inesperadamente, atacó uno de los colectivos que transportaba hinchas de Roca (en calle Lisandro La Torre).
Ante la agresión, la policía debió dispersar a los violentos disparando al aire. Pero no contentos con eso, los barras albinegros descargaron su furia contra algunas viviendas y automó
viles particulares. No hubo información oficial, aunque un vecino del barrio Prieto se comunicó con LU19 para criticar a quienes describió como "unos muchachitos a los que les gusta destrozar".
En menor o mayor medida, la violencia siempre se presenta en un menú en el que debería ofrecerse sólo fútbol. Pasó en la platea, luego de la expulsión de Cristian Villanueva. El defensor, explotó en cólera, todo el banco 'naranja' saltó a la cancha para reclamar y los hinchas albinegros descargaron un arsenal de insultos. Lo insólito fue que los jugadores del Depo calentaron más los ánimos al arrojar agua contra plateístas.
El segundo episodio se produjo en el otro sector, cuando desde la popular a la que se accede por calle O'Higgins lanzaron una botella llena, de dos litros y de plástico, que cayó casi a los pies del árbitro Cecilio Gómez.