La vuelta de Claudio López estuvo muy cerca de ser completa. Ingresó con su equipo abajo, con una asistencia a Facundo Sava colaboró para darlo vuelta, pero el empate de Vélez en el final opacó la fiesta en Avellaneda. "La gente de Racing me brindó algo excepcional, más de lo esperado", reconoció el Piojo. "Se me puso la piel de gallina y esperamos que se lo pueda retribuir en la cancha. Hay que seguir alimentando la ilusión del hincha", aseguró.

"Las dos primeras acciones no podía controlar el ahogo. Estoy contento por la reacción que tuvo el equipo, cómo manejó el partido en el segundo tiempo y lamentando, como todos, el resultado final. Así es el fútbol", explicó. "El partido estaba complicado, era difícil encontrar una posición cómoda. Me puse a pensar que si me quedaba quieto por la izquierda le daba más espacios a Sava y Bergessio, pero después me volví loco y anduve por todos lados".