El rostro de Alberto Mancini estaba iluminado al máximo. Del Potro se fundió en un abrazo interminable con él, y después de tamaño 'trance', confesó que estaba "muy orgulloso de Juan Martín'' por su triunfo ante Melzer.

De acuerdo al entrenador, el pibe "demostró que ya es un gran

jugador, con mucho potencial para convertirse en uno todavía mejor en el futuro cercano''.

Según la visión del coach, "la gran ventaja del tenis argentino es su amplia base. Si los mejores jugadores como (David) Nalbandian y (Juan Ignacio) Chela no pueden jugar, todavía podemos armar un equipo que le puede ganar a cualquiera'', indicó Mancini.

El 'chico' de Tandil acabó su partido más importante con lágrimas en los ojos, y segundos después se estrechó en un emocionante abrazo con Mancini, que le dio la confianza cuando llegó a la conclusión que José Acasuso no podría ser de la partida. 'Chucho' jugó dos de los partidos de la serie, y además estaba engripado.