Con el triunfo de ayer y la alegría final que significó el pase a los cuartos de final de la Copa Davis, muchas son las conclusiones que se saquen de esta serie ante Austria.
Por un lado, y aunque siga siendo el mejor jugador argentino de la actualidad, podría decirse que la presencia de David Nalbandian perdió algo de peso. Es decir, es un incondicional y sus puntos en Davis son una fija, pero este fin de semana se demostró que Luli Mancini tiene algunos nombre con los que puede contar para cosas importantes.
En los singles no hubo dudas. La primera jornada José Acasuso y Guillermo Cañas ni siquiera transpiraron, pusieron a la Argentina 2 a 0 arriba y parecía que la cuestión se definía rápido. Es más, hasta se dieron el lujo de no ceder ni siquiera un set en los dos juegos.
El día sábado fue el de las dudas. La dupla Acasuso-Sebastián Prieto evidenció serias falencias a la hora de la coordinación, estuvo realmente muy errática y cayó casi sin atenuantes ante Knowle-Melzer.
Interrogantes que se incrementaron cuando se supo que 'Chucho' estaba con un pie afuera de la jornada decisiva de ayer. Pero surgió Del Potro, hizo un partido bárbaro, despachó a la segunda raqueta austríaca y desató la fiesta, que continuó un Cañas que, al parecer, está llamado a ser el líder natural de este equipo, en caso de que Nalbandian vuelva a faltar a la cita.