Tuvo que ser Juan Martín del Potro el que espante los fantasmas que se posaron, amenazantes, sobre el equipo argentino el sábado, con la caída en dobles de la 'yunta' José Acasuso-Sebastián Prieto. Fue el joven tandilense quien hizo explotar a 'Luli' Mancini y sus muchachos con su victoria ante Jurgen Melzer, por 7-6 (7-4), 3-6, 6-4, 4-6 y 6-2. Fue él quien volvió a alimentar el sueño de la Ensaladera de Plata.
De esta forma Argentina, en Linz, en una superficie que se asomaba como desfavorable, y sin el enorme David Nalbandian, sacó fuerzas del 'lugar' menos pensado y se aseguró el pase a los cuartos de final de la Copa David, que disputará entre el 6 y el 8 de abril, de visitante, frente al equipo sueco, que derrotó al bielorruso por 3 a 2.
La frutilla del postre en la visita a Suecia la colocó el infalible Guillermo Cañas, que se retiró invicto de la serie al derrotar casi sin problemas al local Alexander Peya por 4-6, 6-1 y 6-4, en un partido que se resolvió a tres sets porque el match se había definido con antelación.
Del Potro no estaba en los papeles de nadie, pero un fuerte resfriado (con fiebre incluida) de José Acasuso lo mandó a los primeros planos. Era su debut en la Davis,y el pibe no se amedrentó. Evidenció una férrea personalidad y se alzó con una victoria impecable ante un Melzer irregular, que por momentos jugó en forma brillante y en otros se vio traicionado por los nervios.
Muy equilibrado resultó el primer parcial en el que Del Potro mostró tranquilidad pese a su corta edad y a su debut en la competencia. El de Tandil se lo llevó por 7-6, y aunque en el segundo tuvo problemas, siempre sacó a relucir su estirpe, como en el tercero, que ganó 6-4. En el cuarto asomaron algunas dudas, lo cierto es que en el quinto, y contra algunos pronósticos que no le eran a favor, sobre todo por su inexperiencia, vapuleó con altura a Melzer y cerró un partido que guardará por siempre en su memoria.
Después vino el festejo, el abrazo de Mancini, una nueva victoria del infalible (al menos en la serie) Cañas y la mente ya puesta en Suecia, en Abril, en ese sueño 'plateado' al que Del Potro volvió a darle brillo.