Hingis, la reina de Tokio, está cerca de superar los 20 millones de dólares en premios.

La suiza Martina Hingis logró ayer un récord al conquistar por quinta vez el torneo de tenis de Tokio. Superó sin mayores dificultades a la serbia Ana Ivanovic, por 6-4 y 6-2.

La ex número uno del mundo había ganado ya su certamen preferido en 1997, 1999, 2000 y 2002, y ahora obtuvo su corona número 43 de la WTA.

Al margen de sus cinco triunfos en la capital japonesa, llegó en tres ocasiones a la final.

Hasta acá, la conquista de Hingis no debería sorprender absolutamente a nadie, sobre todo porque sus condiciones tenísticas están afuera de cualquier discusión.

Pero su conquista adquiere mayor dimensión porque es el primer título que logra después de Roma, hace casi un año, cuando volvió a la actividad luego de un prolongado parate.

Hingis, actualmente sexta del ranking mundial, retornó en 2006 al tenis después de una ausencia de tres años años debida en parte a una interminable racha de lesiones.

"Me siento muy orgullosa de mi record en Japón, es un torneo fantástico, me siento muy bien jugando acá", señaló Hingis en la ceremonia de premiación, donde cosechó una verdadera ovación de miles de japoneses que la idolatran.

"Salí a jugar sabiendo que de ganar batiría el record. Fue una motivación especial para mí", aseguró en la conferencia de prensa.

Hasta ahora Hingis empataba en cuatro títulos en Tokio con la estadounidense Lindsay Davenport.

Ivanovic, quien había llegado a la final aprovechando el abandono de la rusa María Sharapova en semifinales por lesión, perdió ayer en su segundo enfrentamiento contra Hingis y en 70 minutos, después de haberla derrotado en la final de Montreal del año anterior.

El partido fue muy parejo al principio. Con el resultado de 4-3 para la serbia, Hingis ganó siete juegos seguidos.

Con la ventaja de 4-0 en el segundo set, la suiza se impuso sin problemas ante una rival desmoralizada y que no encontró respuestas para un juego sin fisuras de su rival.

"Es doblemente dulce el ganar por segunda vez. En 1997 o 98 era algo normal porque era la mejor del mundo. Esta vez sentí que realmente lo merecía. Me siento más orgullosa cuando gano ahora", aseguró Hingis, muy emocionado por su nueva conquista en Tokio.

Con su triunfo Hingis se afianzará en el sexto lugar del escalafón de la WTA y pronto se convertirá en la cuarta jugadora en superar la barrera de los veinte millones de dólares en premios.

Esta fue la primera victoria de la suiza desde que en el 2006 ganó el torneo de Roma, demostrando que está con todas las ganas de poder luchar para intentar la hazaña de convertirse nuevamente en la número uno del mundo.

Talento le sobra, si el físico le responde, Martina sabe que puede y lo tiene claro.

Por eso, ni bien desembarcó en Japón para jugar el clásico certamen no dudó en afirmar que "si querés sobrevivir en el tenis actual, tenés que estar en excepcional forma".

Habrá que esperar los próximos "grandes" para conocer cómo le va a Hingis. Las segundas partes nunca fueron buenas para la mayoría de los deportistas. Eso, parece no importarle a la ex número uno.