Osvaldo Pérez hace todo tan sencillo que cada victoria parece un simple trámite. El "Palaco" volvió a lucirse en el "coliseo neuquino" de La Barda, donde prolongó su racha ante una multitud. Ni siquiera el viento y la tierra, que cruzaron durante buena parte de la programación le sacó las ganas a los aficionados.
Como en cada presentación, el circuito neuquino lució imponente y los más de setenta participantes, entre todas las categorías, entregaron otro gran espectáculo.
En la previa, varios pilotos se desvelaban para encontrar la fórmula para cortar la seguidilla de éxitos de Pérez. Todos coincidían en que era decisivo largar adelante y después apostar a sacarle ritmó al "rey del verano".
Ni una cosa ni la otra. En la manga, Pérez salió disparado como un rayo cuando cayó el partidor y sólo se tuvo que cuidar en los primeros minutos. Ezequiel Fanello hacía muy bien dos sectores del circuito, achicó la brecha y estuvo a punto de intentar el sobrepaso.
Pero, se rompió el escape de su moto y tuvo que abandonar. Vía libre para Pérez, quien después se dedicó con sus piruetas a entretener a los aficionados.
La final no ofreció cambios. Pérez los dejó atrás ni bien largaron y en segundos edificó una diferencia que sólo se acortó con Fanello, quien parece ser el único que puede seguirle el tren, cuando se encontraron con los primeros rezagados.
Una vez que el tránsito no estuvo tan cargado, el "Palaco" siguió imponiendo un ritmo infernal y sacó una gran diferencia. Fanello entendió el mensaje y se aseguró el segundo lugar, mientras que Esteban López Jové peleó hasta el mismo final con Martín Duplessis y se quedó con el tercer escalón del podio.
Como cierre, el "Palaco" entregó toda clase de piruetas con su moto, cosechando la ovación de los aficionados, quienes reconocen la gran entrega del dueño del "coliseo neuquino" en cada noche del apasionante supercross de verano.