Deportivo Roca ya se había sacado la mufa de ganar en casa, pero anoche cumplió con otro objetivo: venció a un rival superior, que siempre es candidato y que cuenta con nombres importantes para la categoría.
Si bien rindió con altibajos, el "Depo" dejó en el camino a Estudiantes de Santa Rosa, por 88-84 y aunque no arrastre el punto para la segunda fase que empezará el viernes, quedó en una situación más cómoda y relajada.
Sin dudas, los mejores pasajes de Roca se vieron en los primeros dos cuartos. La mano caliente de Seba García, el interesante trabajo de Matías Waimann y el habitual aporte de experiencia de Leo Ansaloni fueron las claves para que el dueño de casa saque ventajas y se vaya a los vestuarios muy tranquilo.
La historia cambió en el tercero, en especial porque Manuel Ochoa gravitó en ofensiva y se empezó a transformar en una pesadilla para los dueños de casa.
Sin embargo, Roca se acomodó, no perdió la línea y dejó que pase el "temblor", para cerrar sin mayores problemas.
Pasó la fase regular y después de un arranque para el olvido, llegaron dos victorias de local que levantan, y mucho, el ánimo.