Pueden cambiar muchas cosas en "La Barda", menos el romance que sigue manteniendo el supercross con los aficionados y el notable nivel del neuquino Osvaldo Pérez, quien aniquiló a sus rivales anteanoche en la primera fecha de la Copa Argentina y el décimo certamen del Sur de la República.

Todo se asoció para que saliera un espectáculo como son característicos en el supercross de verano desde hace casi diez años, con muchos participantes, una gran respuesta de público y pruebas con emociones al por mayor en las diferentes divisiones.

Esta vez parecía que el público no iba a responder como en otras oportunidades. Error. Bastó que comenzara el ruido para que las tribunas empezaran a colmarse de aficionados y a la hora señalada el marco que presentaba el "coliseo neuquino" era el de siempre.

El espectáculo central estuvo a cargo de las categorías seniors y juniors, juntas en el renovado dibujo que presentó el Motocross Club Neuquén, pero con clasificaciones por separado.

El dueño de todos los aplausos fue el "Palaco" Pérez. Tanto en la serie como en la final repitió la fórmula. Largó bárbaro y anduvo siempre a fondo.

Cuando se cansó de superar rivales, a algunos les sacó más de una vuelta, se dedicó a hacer su show, con toda clase de acrobacias.

Pérez sólo le dejó al resto la posibilidad de pelear por el segundo lugar. Intento seguirlo Ezequiel Fanello. Terminó cerca en la manga, pero se pegó duro en la final y abandonó. Tampoco pudieron Esteban López Jové y compañía, demasiado lejos de un Pérez intratable, que amaga con ganar las cuatro fechas y convertirse nuevamente en el "rey" del verano.