De arco a arco. Matías Cahais fue clave ayer, no sólo porque convirtió el gol que significó el triunfo argentino sobre Paraguay, también porque un remate suyo dio en el travesaño guaraní y porque a segundos del final del juego sacó sobre la línea un cabezazo de Acuña.
En el comienzo del partido, las dudas cercaron al seleccionado argentino, que se vio superado por un Paraguay más voluntarioso que técnico y peligroso.
Esta imagen se fue diluyendo con el correr de los minutos, en la medida que Ever Banegas y Maximiliano Moralez se adueñaron de la mitad de la cancha y manejaron los hilos del partido.
Sobre los 32 minutos, Moralez exigió a Hermosilla con un remate que el arquero envió al córner. Pablo Mouche lo ejecutó desde la derecha, Claudio Yacob la peinó en el primer palo, y Matías Cahais apareció libre para, con un toque de zurda, mandar la pelota al fondo de la red.
En el complemento, la Argentina resignó protagonismo. Moralez ya no tuvo la misma influencia, y el equipo entonces fue sostenido por
Romero, Fazio y Cahais, con el siempre atildado aporte del boquense Banega.
A los 17 minutos, Argentina se quedó con diez cuando Mercado vio su segunda amarilla.
La Argentina se llevó una victoria que lo pone muy cerca del Mundial de Canadá, objetivo que tratará de asegurar mañana, cuando se enfrente a Chile.
