Cuando parecía que River se quedaba con la victoria en su visita a Liniers, Vélez lo empató en el final y los dos cerraron un pálido Apertura.

Sin chances hace varias fechas, ambos tenían como único objetivo sumar por tres, pero ni eso pudieron conseguir.

Durante la primera etapa, el millonario se mostró más ambicioso y mucho tuvo que ver el buen arranque de Gonzalo Higuaín, incontenible para la defensa local.

Antes de la media hora, en gran jugada individual, Higuaín cedió para Farías, quien recibió sin marcas, pero su lentitud para definir le permitió al arquero achicar justo los espacios y evitar la caída de su arco.

Recién a los 34, Vélez generó la situación más clara. Fue cuando Lucas Castromán cambió de frente para Sergio Sena, libre por la derecha, vino el centro al corazón del área por donde ingresaba Iván Moreno y Fabianesi, y el remate a quemarropa fue neutralizado por Juan Pablo Carrizo.

Al toque llegó la expulsión de Cristian Nasuti y todos pensaron que el panorama se complicaba. Sin embargo, el dueño de casa perdió a su figura, Mauro Zárate, por lesión y "quedaron a mano" en cuanto a pálidas.

Iban tres minutos del complemento cuando el equipo de Daniel Passarella abrió el marcador. Como toda la tarde, Higuaín recibió a 10 metros de la medialuna, se sacó un hombre de encima y metió un derechazo letal que se coló junto al palo derecho de Peratta. Golazo por donde se lo mire.

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A partir de esa instancia, se abrió el partido. River, sin resignar el ataque, se tiró unos metros atrás y le cedió la iniciativa al local.

Se cumplían 40 minutos cuando Vélez llegó a la igualdad. Damián

Escudero mandó un centro cruzado de izquierda a derecha por donde ingresaba Castromán, cuyo frentazo limpito alcanzó a manotear Carrizo, la pelota pegó en el travesaño y luego dio en la cabeza del arquero para irse al fondo del arco.

No hubo tiempo para más y los dos se fueron del Apertura con un sabor amargo.

Vélez y River cerraron el año con un aburrido empate en Liniers.