Como era de esperar, el estadio Olímpico de Moscú fue un verdadero hervidero. Miles de rusos, y cientos de argentinos, mantuvieron una 'batalla' bien colorida en las tribunas. La inolvidable final que dejó a los europeos con la segunda 'Ensaladera' de su historia empezó de la mejor forma... pero para los visitantes. Es que David Nalbandian les propinó una dura derrota a Davydenko, lo que provocó un fuerte festejo 'albiceleste', de la mano de un Diego Armando Maradona que, por su comportamiento, fue elogiado por la organización. "Lo damos vuelta la p... que lo parió", gritaban los 500 hinchas argentinos en el estadio, comandados por 'Diegote'. En ese primer partido, los hinchas rusos sufrieron con el talento de Nalbandian y vieron como su jugador número uno caía sin contemplaciones ante la variedad de golpes del cordobés, que le daba a la Argentina la posibilidad de estirar la serie al quinto punto. Con la serie empatada, Alexander y Leon, los jefes de la 'barra' local, recargaron sus energías, ayudados por el talento y la personalidad de Safin, quien con solo caminar en la cancha, ya contagia confianza. Fue Marat el que hizo recobrar la confianza, absorbió toda la presión y le ofrendó una gran alegría a su gente. |