Boca falló en una instancia clave y después de jugar 90 minutos desabridos, sin claridad ni ideas, y sin la fuerza anímica necesaria para revertir la situación, debió resignarse a una inobjetable derrota frente a Belgrano por 1-0. Así, no pudo ser tricampeón y la culpa fue de un Peppino, de nombre Franco, quien anotó la única conquista "pirata". El local utilizó mejor las armas que disponía, pareció más convencido de lo que hacía, tuvo en el arquero Germán Montoya y en el delantero Andrés Ríos a dos valores fundamentales y con eso le bastó para llevarse el triunfo. A los 15 del segundo tiempo, fruto de un corner, Peppino le ganó la posición a Guillermo Marino y elaboró una definición de alto vuelo porque cambió la pelota de pierna derecha a izquierda, fabricó el espacio que necesitaba y derrotó a Bobadilla con un remate bien dirigido, para sellar el destino del partido. El equipo de Griguol salió decidido a no ceder la iniciativa y desde el comienzo le creó problemas al líder con la movilidad de Ríos, quien se mostró escurridizo y muy difícil de tomar por los defensores visitantes. Así y todo, las situaciones fueron parejas, porque el "Pirata" complicó de entrada, pero Boca respondió con la apariciones de Marino y Martín Palermo. En los 10 finales del segmento los volantes locales lograron afirmarse otra vez en el medio y Ríos reapareció en el partido. Sobre el cierre, un centro suyo fue cabeceado por Arriola por encima del travesaño, y dos más tarde, otra profunda entrega suya hacia el mismo Arriola obligó a una desesperada intervención de Ibarra, quien a punto estuvo de marcar un gol en contra. Fue todo un anticipo. En el arranque del complemento, Boca se situó en campo rival pero siguió sin encontrar la fórmula adecuada que lo llevara a la definición. Y por otra parte, cuando se le presentaron algunas ocasiones, chocó con la absoluta seguridad de Montoya. Justo en el cuarto de hora, llegó la conquista de Peppino. Boca sintió el impacto y fue más confuso todavía. Los cambios de La Volpe no dieron frutos y la defensa cordobesa sobrellevó el desarrollo sin mayores contratiempos. Sólo a través de algunos disparos desde media distancia, a cargo de Marino, Gago y Boselli, la visita creó algún tipo de zozobra para el dueño de casa, que cada vez se mostró más sólido en el fondo. Los minutos se consumieron, y cada uno de los jugadores de Boca escuchó el murmullo por los goles "Pinchas" en La Paternal. Con el partido cerrado, el gol que llegó de Baires fue de Choy González y volvió la tranquilidad. El "xeneize" la sacó barata, se aseguró el primer puesto y espera dar la vuelta olímpica ante 111Lanús, el domingo y en la Bombonera. |