Parece haber pasado la tormenta para Independiente de Neuquén, que ayer se sacó de encima con practicidad a Cruz del Sur por 2-0 y mantiene intactas sus chances de pasar de ronda. Sin hacer un partido brillante -es muy difícil de lograrlo con un piso tan malo- el equipo de Gustavo Coronel encadenó su segundo triunfo consecutivo con mucho de oportunismo. Los 'Cruzados' plantearon un partido de lucha en el medio pero tuvieron poco peso adelante. El 'Rojo' no tuvo muchas pero la diferencia estuvo en la efectividad. A los 35 'Manolo' Berra le pegó desde afuera, la pelota se desvió en un defensor y allí estaba Matías Iturra para fusilar al arquero y calmar los nervios. El gol no logró destrabar el juego, que siguió siendo enredado porque Cruz del Sur no salió de su esquema e Independiente nunca terminó de desplegar buen fútbol. La mediocridad en la que estaba sumido el encuentro sólo se podía romper con una individualidad y así lo entendió Diego Landeiro, que escaló por la derecha hasta que le cometieron penal. Orlando Porra fue el encargado de establecer el 2-0. A partir de ahí, el local manejó bien los ritmos del partidos y llegó al pitazo final sin sobresaltos, a pesar de que los últimos diez minutos los 'bancó' con nueve jugadores. (AN) |