| Boca dejó en evidencia su superioridad sobre Quilmes, lo venció por 3-1 y, a cuatro fechas del final, conserva la diferencia de cuatro puntos sobre Estudiantes. Durante los noventa minutos el puntero del campeonato fue el dueño de las acciones. Controló ampliamente un primer tiempo en el cual hizo circular la pelota con prolijidad y no perdió precisión cuando cambió el ritmo, pero su pecado fue haber llegado al descanso ganando sólo por 1-0 cuando el desarrollo daba como para que el partido hubiese estado definido. La diferencia la estableció en el minuto 20 con una fórmula que tiene nueve años de vigencia: centro pasado de Guillermo Barros Schelloto y cabezazo de Martín Palermo. Los problemas parecieron simplificársele a Boca con el segundo gol, a cinco minutos de iniciada la segunda etapa. Daniel Díaz envió un pelotazo larguísimo y cuando la situación parecía de fácil control para Julio Moreyra y Grosso, ambos dudaron y Palacio, con un pique certero, se llevó la pelota y definió tras dejar en el camino al arquero. Tres minutos más tarde, el duelo volvió a cobrar vida con el descuento de Quilmes en los pies de Rusculleda, boquense a préstamo en el 'cervecero'. En el minuto 31, Moreyra sujetó a Palermo en el área después de un corner de Cardozo y Favale cobró penal, que Palermo lo cambió por gol con un remate violento al medio del arco. El puntero cumplió con una buena producción y sólo dejó planteadas algunas dudas en los momentos en los cuales tuvo que retroceder. | 
