| La ausencia por lesión de Samuel Eto'o tiene un claro perjudicado, el Barcelona, y un claro beneficiado, Lionel Messi, quien ayer, pese a la derrota de su equipo por 2-0 ante el Real Madrid, demostró una jerarquía mayor que la de Ronaldinho. Messi ha ganado en protagonismo, sabedor de que su papel de secundario ante el dúo de "cracks" Eto'o-Ronaldinho pasa a ser estelar por la baja del goleador camerunés. En un Barcelona que no atraviesa su mejor momento ni en defensa ni en ataque por la lesión de Eto'o y el apagón de Ronaldinho, el argentino se ha hecho grande. Pidió el balón, se echó al equipo al hombro y creó peligro. Encara y desequilibra como siempre, pero madura por momentos al tener ya el protagonismo que reclama hace tiempo y que hasta ahora se le negó en el Barcelona y en la selección argentina. Sin embargo, su entrega y calidad no alcanzaron, porque el "merengue" marcó la diferencia y logró un resultado incuestionable. Los goles de Raúl y Van Nistelrooy, más las creatividad de Guti y de Robinho sentenciaron la victoria del Real, que se sitúa a dos puntos del Barcelona, todavía líder de la Liga, aunque igualado con el Valencia después de sumar su primera derrota en el certamen. En el otro destacado, los valencianos aprovecharon el gran momento de su delantero David Villa y vencieron 1-0 al Osasuna. Sevilla también sigue arriba tras vencer por 2-1 al Nástic de Tarragona gracias a los goles de Frederic Kanouté, quien alcanzó a Diego Milito (Zaragoza) en la tabla de goleadores, con 7 conquistas. Valencia jugó mal, pero cumplió con el pronóstico. Villa marcó a los 15 minutos después de una gran cesión de cabeza de Fernando Morientes y luego se durmió. La figura argentina de la fecha fue Roberto Abbondanzieri, quien atajó un penal y permitió que el Ge tafe cante victoria ante el Recreativo de Huelva, por 2-1. Por otro lado, el Celta de Vigo venció por 1-0 en su visita al Athletic de Bilbao. Los demás resultados de la séptima fecha fueron Mallorca 0 Real Sociedad 0 y Espanyol 2 Racing de Santander 2. Lionel fue el mejor en Barcelona, pero Real Madrid ganó el clásico, gracias a Raúl y Van Nistelrooy.
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