Una buena parte del título que logró Pablo Cacopardo le pertenece al conocido preparador Oscar Millán, quien en su búnker de Cutral Co armó un auto que no se paró nunca. De pocas palabras, lo suyo pasa por un trabajo muy profesional, que no conoce de pausas. Sabía lo que era ser campeón, porque venía de lograr un título con Alejandro Cancio el año anterior en el Grupo N-4 Light. Este año con su hijo Alfredo y el "Tano", su otro mecánico, armó el Renault Clío que Cacopardo llevó al título. Como estaría de emocionado que mientras todos festejaban en el parque cerrado, el empezaba a juntar sus cosas en el micro para irse a la técnica final. Un gran profesional, que se merecía el título. |