Cuando el tercero de los tres minutos adicionados se consumía irremediablemente, Eduardo Bustos Montoya apareció para darle a Quilmes un merecido empate en dos ante un Argentinos que se estaba a punto de quedarse con un triunfo por el que había hecho poco. Quilmes fue mejor gracias a la presión que utilizó para neutralizar a Argentinos, pero con el correr de los minutos ese recurso se diluyó y el partido continuó parejo. Uno y otro se prestaron continuamente la pelota y en ataque compartieron la falta de ideas y la profundidad para crear riesgo. De a poco Argentinos se refugió en su campo. El planteo de Domenech parecía que iba a dar resultado, pero Bustos Montoya se lo arruinó. |