La ansiedad le jugó en contra en su serie y lo condicionó para la final. El roquense Javier Romera aprendió la lección, escapó a los golpes, remó desde atrás. Terminó octavo en una nueva prueba de la Clase 3 del Turismo Nacional, que se disputó ayer en el autódromo de Río Cuarto. Romera venía con el paso cambiado. La necesidad de resultados quedó evidenciada en la primera serie, donde después de mover bien y avanzar una posición, se fue afuera y por poco termina arruinando todo su trabajo. Desde la decimoquinta fila encaró Romera la final. Sabía que desde más atrás del medio del pelotón, soñar con terminar en los puntos era casi un imposible. Pero Romera lo hizo realidad. Movió bien, ganó un par de posiciones y se acomodó en la fila india. Los tres ingresos del auto de seguridad condicionaron su avance, aunque en las dos vueltas finales en medio de un caótico tránsito en pista, el roquense pasó ocho rivales y se metió en los puntos, con un octavo puesto que tiene un enorme significado para alguien en estaba necesitando una buena actuación. La prueba, emotiva como todas las que disputa la división mayor del Turismo Nacional, fue ganada por Pablo Piumetto. Después se ubicaron Esteban Tuero y Pablo Redolfi. La final de la Clase 2 fue fantástica, sobre todo por su definición. Ganó Andrés D'Amico, pero a dos curvas del final el primero era Iván Arbusti, quien terminó quinto. En una maniobra cambió todo. Fue segundo Juan M. Iraola y tercero Christian Pérez. De los regionales, Nelson Colombi finalizó vigésimo quinto y "Lito" Imaz abandonó. |