Iban 30 minutos del segundo tiempo y el partido entregaba muy pocas emociones. Hasta que el campo de jugo, literalmente, tembló. Esta situación, a la que los sanjuaninos están más acostumbrados, provocó cierto temor entre el público y los mismos jugadores, sobre todo los de Centenario. Sorprendido por la inesperada situación, el árbitro Miguel Barrionuevo decidió parar la pelota hasta que "cese el temblor". Según los lugareños, este tipo de movimientos de suelo es habitual en la provincia cuyana. Cuando se disipó el susto, el juego se reanudó, pero el partido siguió sin aportar grandes emociones, salvo el festejo final de los sanjuaninos, que consiguieron su primera victoria. |