La tarde resultó perfecta para San Lorenzo, que llegó a Avellaneda con un equipo muy disminuido y por lo tanto con un esquema previsiblemente conservador.

Pero San Lorenzo tiene un nuevo ángel del gol. En el mismísimo 'infierno', Néstor Andrés Silvera (ex 'Rojo') le dio el triunfo al 'Santo' en el clásico ante Independiente, que sumó su tercer éxito consecutivo tras la estrepitosa caída ante Boca.

El triunfo les permitió a los del Bajo Flores igualar al ahora equipo de Ricardo Lavolpe en la cima del torneo, aunque los xeneizes tiene aún pendiente 45 minutos del partido en el que caían por 1-0 ante Gimnasia (LP).

La victoria se sustentó en la solidez defensiva del equipo, esquema en el que lució Cristian Tula quien anuló a Daniel Montenegro, el creador 'rojo'.

Dentro de un primer tiempo de escaso nivel técnico, muy entrecortado y carente de emociones, Independiente fue el que tomó la iniciativa. Salió a presionar e intentó ser protagonista desde el vamos, pero nunca terminó de imponer su juego.

Por su parte, San Lorenzo, condicionado por la cantidad de jugadores lesionados, hizo lo que pudo. La circunstancia obligó a Ruggeri a apelar a un planteo cauteloso, que tuvo como objetivo primario mantener el cero en el arco propio y anular al 'Rolfi'.

Como triste resultado, las jugadas de riesgo casi no existieron en los 45 minutos iniciales.

El golazo de Silvera cambió el tono del partido en el inicio del segundo tiempo. A los 6, Tula recuperó la pelota, alargó para Lavezzi, quien habilitó al goleador.

El "Cuqui" recibió abierto en la punta derecha, amagó con matar al arquero, desairó a Rodríguez con una exquisita gambeta y definió con un toque sutil de zurda. Con el de ayer, ya lleva cinco gritos en sólo tres fechas.

De ahí en más, Independiente buscó por todos los medios, pero chocó contra la solidez defensiva azulgrana. No tuvo ideas y recién sobre el final, cuando Gioda estrelló un cabezazo en el travesaño, tuvo una chance clara para igualar.

El rojo abusó del pelotazo y los centros aéreos y chocó con una defensa bien parada. Fue lento en el traslado de pelota y no pudo variar la historia ni siquiera cuando Burruchaga ensayó un par de variantes.

San Lorenzo parece haber dejado la crisis post Boca y ayer en Avellaneda, dejó en claro que está más vivo que nunca.