| CIPOLLETTI (AC).- Al segundo clásico regional no le faltaron emociones, aunque Independiente se fue con una sonrisa porque rescató un punto de su visita a Cipolletti cuando el reloj estaba muy cerca de marcar el final. De todas maneras, por la seguidilla de empates en la fecha, el albinegro logró mantener la punta del grupo. Cipolletti estuvo dos veces arriba en el marcador, pero sin jugar bien, por eso la agónica igualdad suena a reparto justo para dos equipos que no se pudieron sacar ventajas. Incluso quedó la sensación de que el 'Rojo' neuquino hizo mejor las cosas. Los de Domingo Perilli bajaron su rendimiento futbolístico respecto de los partidos anteriores, pero tiene un goleador implacable. Apenas habían pasado dos minutos y a la salida de un tiro de esquina, Independiente cometió la ingenuidad de dejar sin marca al 'Loco' Padua. Roberto Muñoz peinó el centro y el '9' la acomodó de cabeza al lado del palo. Pero ni el tempranero gol enchufó al equipo de Perilli que por momentos se vio sobrepasado en la mitad de la cancha. A esa altura Independiente manejaba mejor la pelota, pero le faltaba efectividad adelante. Se lo perdió Iturra al pifiar un centro a media altura y después Manuel Berra cabeceó apenas desviado. El primer tiempo se iba y esta vez el 'Manco' no falló. Mandó al fondo de red un centro que cayó desde la derecha, para darle un poco de justicia al trámite del partido. Independiente estuvo muy cerca de ponerse arriba en el arranque del segundo con un centro del 'ex' Diego Landeiro que fue peinado en el primer palo pero se fue besando el palo. A partir de ahí el partido bajó en emotividad y los cánticos se fueron apagando de a poco. Cuando todo parecía encaminado a un empate seguro, porque los dos se estaban respetando mucho, la 'Visera' volvió a estallar con la segunda aparición de Padua que entró por la izquierda y puso el 2-1. Por unos minutos los de Perilli se florearon, pero no supieron guardar la diferencia y a los 44 el recién ingresado Voglioti apareció por izquierda, entró al área, se acomodó de diestro y puso la pelota en el segundo palo, para hacer revivir a sus hinchas, que festejaron el empate como una victoria. Por lo que entregaron, el empate terminó siendo un justo reparto de puntos, en un partido que se volvieron a vivir a pleno las rivalidades deportivas y que afortunadamente no hubo que dedicarle líneas a los violentos. | 
