| La pobre expresión futbolística que mostró River quedó en el olvido en el tercer minuto de descuento, cuando el juvenil Nicolás Domingo le dio la agónica victoria 2-1 sobre Gimnasia de Jujuy y desató un alocado festejo por la obtención de tres puntos que lo ubican puntero, junto a Boca y San Lorenzo. River, que salió a jugar sabiendo que Boca había empatado con Godoy Cruz, remontó la desventaja inicial por el gol de Darío Gandín con tantos de Fernando Belluschi y el mencionado Domingo, al cabo el héroe de su equipo. El villano fue, según todo Gimnasia, el árbitro Rafael Furchi, quien nuevamente exhibió una lamentable actuación. En el arranque, Gimnasia sorprendió. Ya a los tres minutos, un córner de Marcelo Quinteros fue conectado con bastante libertad por Gustavo Balvorín, cuyo cabezazo se fue apenas afuera. Y cuatro minutos más tarde, llegó la apertura: Gandín le pegó muy bien en un tiro libre en el que además contó con la complicidad de una barrera que se abrió y de un Juan Pablo Carrizo que reaccionó tarde. River manejaba más la pelota, aunque carecía de claridad y se reiteraba en envíos frontales o cruzados que facilitaban el trabajo defensivo de los locales. Su primera llegada clara tuvo lugar a los 20, con un cabezazo de Falcao García. El equipo de Passarella recién encontró profundidad en los últimos cinco minutos del primer capítulo. Y a los 44, Paulo Ferrari habilitó a Higuaín, quien mandó el centro perfecto que Belluschi transformó en el 1-1 con una palomita. Gimnasia mostró una mejor imagen en el arranque del segundo tiempo. Después el partido cayó en un pozo. El desarrollo se hizo parejo y trabado, y los dos jugaron lejos de los arcos. Pero cuando parecía que River dejaba dos puntos en el camino, Domingo capturó un rechazo defensivo, se metió en el área con la potencia de un toro y le pegó cruzado y fuerte para delirio de todo River. Los jujeños protestaron porque cuando se desarrollaba la jugada, Sosa estaba caído y los jugadores de River no tiraron la pelota afuera. | 
