Carlos Valls se pegó fuerte en la "Manzana" y hasta se dudó de su participación en Zapala. El equipo del cipoleño trabajó contra reloj y recuperó un Renault Clío muy golpeado. El líder del Patagónico del Grupo N-3 hizo su parte, festejando su quinta victoria. Por eso, la emoción del final donde no pudo contener las lágrimas y no se cansó de agradecerle el esfuerzo a todos los integrantes de su equipo. "Sólo tengo palabras de agradecimiento para los chicos del equipo que comanda Javier Moreiro. Terminaron de armar el auto en Zapala. Y acá estamos, festejando un nuevo triunfo", comentó Valls en medio de la emoción. "El auto se aguantó una paliza bárbara. En la segunda parte de la primera etapa se trabó la caja de velocidades en cuarta. Pensamos que se terminaba todo...", recordó Valls, quien aprovechó el abandono de Martín Tussedu y los problemas en el comienzo de Manuel Machinea para afirmarse aún más en la punta de un certamen que lo tiene como principal candidato al título. El cipoleño destacó que "en cada asistencia el equipo trabajó en la caja, reparándola como podía y aguantó, sufrimos hasta el final, pero valió el esfuerzo". |