De local o de visitante y sin importarle el rival al que tenga que enfrentar, Boca continúa con su marcha imparable hacia el tricampeonato. Ayer, en otra demostración de seguridad y aplomo, el 'xeneize' superó a Estudiantes en La Bombonera por 2-0, un marcador final que dista de ser cabal reflejo de la superioridad impuesta por el líder del Apertura. La ausencia de Alfio Basile, reemplazado por Jorge Ribolzi , no incidió y Boca mantuvo los niveles de rendimiento de los últimos tiempos para conservar su puntaje ideal y quedar a un solo partido de alcanzar el récord de trece victorias consecutivas que ostenta el San Lorenzo. El 'Pincha' peleó el partido con lo que pudo pero nunca logró equilibrar la mitad de la cancha, quedó sin chances con la temprana expulsión de Mariano Pavone en el segundo tiempo y terminó reducido a nueve hombres ya que también su arquero Martín Herrera recibió la tarjeta roja. Estudiantes comenzó intentando llevar el partido lejos de su área y mover la pelota por los dos laterales, pero rápidamente Boca se afirmó en el medio, con una gran labor de sus volantes. La apertura se produjo a los 11, cuando Neri Cardozo ejecutó un tiro de esquina desde la derecha, la bajó Palermo, hubo un rebote en el pecho de Pablo Ledesma, la pelota quedó en el borde del área chica y Palacio sometió a Herrera con una rápida media vuelta. Si algo le faltó a Boca, fue definir un partido que controlaba con autoridad. Le pudo haber costado caro, porque Estudiantes estuvo muy cerca del empate a los 35, con un arranque individual de Pavone, quien remató desde afuera del área y estremeció el travesaño. En los primeros diez minutos de la parte final, Boca merodeó el gol cuatro veces. El encuentro quedó prácticamente liquidado con la expulsión de Pavone a los siete minutos por un planchazo a Claudio Morel Rodríguez. El manejo de la situación por parte de Boca no varió nunca. Su pecado fue no liquidar el asunto antes. La tranquilidad llegó a los 25 con un gran pase de Gago para que Cardozo rompiera el off side, se fuera hasta el fondo de la cancha por derecha y la cruzara hacia la boca del arco, donde apareció Palermo para marcar. A los 33, Herrera cometió una grosera falta sobre Palacio, quien iba a dejarlo en el camino, y Pablo Alvarez tuvo que improvisarse como arquero porque Estudiantes había agotado los cambios. Así, Boca consumió el tramo final en un displicente toqueteo bañado por los aplausos de un público plenamente satisfecho. |