Era un vestuario anímicamente destruido. Después de que el equipo "se comió" siete con Boca. Oscar Ruggeri salió y sostuvo que "hay que pedirle perdón a los hinchas". "Después de esto no tengo nada para responder. Le pido perdón a toda esta gente que vino a la cancha y en la semana, más tranquilo, seguramente hablaré con la prensa", dijo. "Lo único que nos queda es poner todo ante Banfield para remontar esto y nada más", expresó Ruggeri y se retiró de la sala de conferencias, sin permitir preguntas. El arquero Sebastián Saja dio la cara y manifestó: "nadie espera recibir esta cantidad de goles en un partido. Es un golpe durísimo, pero tenemos que levantar si queremos seguir en la pelea por el campeonato". Cumplió y punto. |