Sus detractores le endilgan falta de ductilidad y de calidad a la hora de manejar y pasar el balón. Pero a Martín Palermo no le interesa. El paga con goles, y con los tres de ayer no sólo se transformó en el máximo artillero del Apertura, sino que además llegó a la marca de 150 gritos a lo largo de su carrera. Implacable. Palermo es un 'asesino' del gol, y ayer lo dejó más que en claro al marcar el segundo y tercer gol de la apoteótica tarde de Boca. Pero no todo termina ahí. El "Loco" se transformó en el 26 goleador histórico del fútbol argentino, quedó un tanto abajo de Maradona y es el segundo artillero en la vida de Boca (con 126), detrás de Francisco Varallo (180). Además, Palermo ostenta el record de sacudones a las redes en torneos cortos, cuando en el Apertura '98 marcó 20 goles en 19 partidos. Más datos: este "matador" lo tiene a maltraer a San Lorenzo, al que le convirtió 9 tantos en 14 cotejos. Pero ayer por la tarde Palermo no fue sólo goles. Junto a su ladero Rodrigo Palacio se convirtieron en una verdadera pesadilla para la defensa 'santa'. Entre los dos marcaron cinco goles y el 'Loco' fue realmente importante a la hora de moverse con sagacidad, al retroceder para colaborar con el medio y asociarse en el juego; y cuando había que abrir espacios para que entraran en acción Palacio y los volantes. Fue la tarde perfecta del 'Loco', de un Palermo que en La Bombonera ya es una especie de Dios. |