Ni siquiera el sueño más optimista de Reinaldo Merlo hubiese "garabateado" imágenes como las que se vivieron en el Cilindro de Avellaneda. "Mostaza" tuvo su tarde perfecta, porque le ganó a River por 3 a 1, cortó una racha de 13 años sin victorias ante el "Millonario" en este recinto y para colmo se dio el enorme gustazo no sólo de ganarle al equipo de Marcelo Gallardo, también de verlo irse antes (otras vez) a las duchas. El clásico más antiguo del fútbol argentino tuvo un enorme caudal de emociones. Claro, de entrada las hinchadas se metieron en la disputa implícita entre Merlo y Gallardo y la que más se escuchó fue la local: enorme ovación para el platinado entrenador, molesta silbatina para el 10. Había augurio de partidazo, o al menos de que no sería de esos que se olvidan rápido. No fue una exposición deliciosa de buen juego, pero sí quedó en claro quién dibujó las mejores cosas en el pizarrón. Sin duda, además de la 'victoria' sobre Gallardo, a Merlo hay que sumarle un poroto sobre Passarella, nada menos que se reemplazante luego del escándalo. Lo cierto es que River pagó muy caro su ingenuidad a la hora de defender. Ya lo había sufrido la semana pasada, ante un Newell's que le hizo precio. Pero la "Academia" no lo perdonó. Y dejó en evidencia que el equipo del "Káiser" no está, aún, para pensar en el campeonato. Lo cierto es que el local fue más práctico e inteligente, contó con un inspirado Gonzalo Bergessio y supo castigar con mucha eficacia la permeabilidad de un River que ya quedó a 5 puntos de los líderes. El arranque fue a puro vértigo. A los 3 minutos, Juan Pablo Carrizo le tapó un tiro cruzado a Sixto Peralta. River respondió a los 7 con un remate desviado de Gallardo. Pero el local pegó a los 9, cuando el "Mumo" metió una quirúrgica asistencia y Bergessio no perdonó. Después Racing se refugió y por eso River halló el empate a los 32 con un cabezazo de Ariel Ortega. La visita siguió buscando, pero se desprotegía atrás. A los 38 Belluschi la tiró afuera; pero el que sí acertó fue Facundo Sava, cuatro minutos después, para hacer delirar a los miles de racinguistas. En el segundo River pudo empatarlo, es cierto, pero a los 16 el "Polaco" Adrián Bastía lo terminó de destrozar con un gol de emboquillada (nueva falla defensiva). Sólo quedó tiempo para que Racing se floreara, y para el disfrute de "Mostaza". |