Con una sorprendente reacción, Gimnasia La Plata dio vuelta un partido que casi siempre lo tuvo abajo en el marcador y venció 3-2 a Quilmes que, con todo en sus manos, no supo quedarse con el juego. En el Estadio Ciudad de La Plata impresionó mejor la visita en el comienzo, pues se adueñó del mediocampo y cada vez que pudo lastimó por los costados. Superado en esa zona, despojado del balón y con la salida bloqueada, Gimnasia carecía de sorpresa y no se hallaba en el campo. El Cervecero supo que el dueño de casa no mostraba su habitual solidez defensiva y por eso se animó a atacarlo. A los 16 minutos consiguió abrir el marcador. El uruguayo Alvaro Pereira lanzó un centro desde la derechaque superó a Juan Carlos Olave, quien falló en el cálculo, y con el arco a disposición Juan Fernández Di Alessio marcó con toque suave. Se recuperó enseguida el Lobo, ya que a los 20 Martín Cardetti capitalizó de cabeza un centro de Santiago Silva y decretó la igualdad. Pese a que el trámite pareció ser una la lucha entre los volantes, Quilmes siempre se insinuaba más peligroso. Sobre el cierre del primer capítulo, un certero envío del enganche Pereira encontró a Luna sólo frente a Olave y el delantero no falló. En su desesperación por alcanzar el empate, Gimnasia regaló espacios y sus problemas defensivas se tornaron más evidentes. Cuando su rival lo tenía de rodillas y para darle el golpe de gracia, el conjunto platense equilibró el resultado a través de Santiago Silva. El delantero recogió el rebote en el palo de su propio cabezazo y la empujó a la red. Y a los 41, tras un despeje de la defensa, Nicolás Cabrera sacó un terrible puntazo que le dio la festejada, pero inmerecida, victoria a Gimnasia. |