Cada vez que River empata en su cancha, sus hinchas suelen irse del Monumental con la certeza de que el equipo perdió dos puntos. Pero después del vibrante 3-3 ante Newell's, la multitud que acompañó al equipo de Daniel Passarella se retiró sin lamentarse demasiado por el resultado. Es que el "millo" jugó un primer tiempo para el olvido, realmente preocupante, en el que se mostró como un conjunto excesivamente frágil. Por eso, más allá de que en el balance la igualdad le quedó bastante bien al desarrollo, la sensación final es que la "Lepra" le perdonó la vida. Hubo más de 45 mil personas en Núñez, seguramente atraídas por el regreso de Ariel Ortega al estadio en el que supo mostrar sus mejores luces. Sin embargo, la labor del Burrito resultó decepcionante, ya que brindó apenas una parte de su rico repertorio. El primer fue muy atractivo. Las ventajas defensivas que dio el local influyeron porque en su afán por ir siempre al ataque, le dejó manejar la pelota a su rival. Ni Belluschi ni Ferrari, por la derecha, ni Sambueza ni Domínguez por la izquierda aportaron en defensa y el equipo lo sintió. Así, Newell's se movió siempre con soltura, llegó por los costados y lastimó seguido. Justo Villar le ganó un mano a mano a Ortega y en la réplica llegó la apertura. Adrián Peralta metió un centro que el paraguayo Santiago Salcedo cabeceó al gol. River encontró el 1-1 gracias a un penal inventado por Daniel Giménez, quien vio falta de Miguel Torrén a Ernesto Farías cuando en realidad ocurrió lo contrario. Además, el Tecla estaba levemente adelantado. En medio de un ida y vuelta constante, una acertada participación de Belluschi derivó en el 2-1. El ex rojinegro la robó, se la sacó a Ortega dentro del área, enganchó, definió de zurda y no lo gritó por su pasado 'leproso'. Cuando parecía que River se iba al descanso en ventaja, ocurrió lo contrario. Otro centro perfecto de Peralta encontró solo a Oscar Cardozo, la figura, quien metió el cabezazo goleador. Y 3 más tarde fue el mismo paraguayo quien, con un tiro libre desde larga distancia, que pegó en el palo y entró, puso el 3-2. Tras el descanso, Passarella mandó a la cancha a Tuzzio y Zapata. Los equipos recién se empezaban a acomodar cuando River encontró el alivio de la igualdad. Al minuto, Gallardo mandó un tiro libre y Tuzzio la cabeceó al gol. A partir de entonces el desarrollo no tuvo la misma intensidad del primer tiempo, pero así y todo los dos contaron con chances para ganarlo. Al final, Newell's se terminó conformando con el punto y River buscó la victoria, pero no tuvo con qué alcanzarla. Y dejó en claro que para pelear el título deberá pegar un significativo salto de calidad en su juego. |