El fútbol de Brasil está paralizado por la gran final de la Libertadores, que tendrá como protagonistas a dos equipos de ese país: San Pablo e Internacional. Pero nadie como Muricy Ramalho, el entrenador de los paulistas, está viviendo tan intensamente la previa. El DT admitió ayer que se siente dividido, ya que deberá enfrentarse con Inter, cuyo plantel él mismo ayudó a entrenar por casi tres años. Pero sin embargo aseguró que no habrá "cordialidad" entre ambos equipos. "No existe la cordialidad. Eso es habladuría. En el momento en que la pelota rueda, todo el mundo quiere ganar". Admitió incluso que utilizará el conocimiento que tiene sobre el rival gaúcho para llevar al San Paulo a conquistar el título "No voy a hacer comedia, claro que ayuda (conocer a fondo al rival). Soy un entrenador detallista. Me gusta describir a mis jugadores las virtudes y los defectos de quien deben enfrentar en campo", afirmó. Sin embargo confiesa: "No sé cómo voy a reaccionar. No tengo cómo saber eso. Pero creo que no habrá una 'vibración' fuerte. No la voy a conseguir", reflexionó. |