Michael Schumacher vuelve a tener al alcance el título que defiende Fernando Alonso. Y lo mejor de todo, lo hace con las mismas ganas que mostró cuando buscaba su consagración. El piloto record de la Fórmula 1 está decidido a seguir haciendo historia en la máxima categoría. En su tierra, el alemán logró el triunfo 89 de su notable campaña, tercero consecutivo y quinto del Mundial, donde aparecía como subordinado a un papel secundario. Cuando muchos se apuraban a hablar de su retiro, y hasta de un posible cambio de equipo, buscando la despedida que se merece, Schumacher apretó los dientes y ratificó por qué es uno de los más grandes de la Fórmula 1. Su notable fortaleza anímica contagió a todo el equipo Ferrari y también a Bridgestone, proveedor de los neumáticos, para resurgir de las cenizas y darle emoción a un certamen que parecía definido apenas comenzó. También Ferrari mostró su grandeza. Hizo su segundo doblete de la temporada gracias a la segunda plaza del brasileño Felipe Massa, y la centésima del fabricante de neumáticos Bridgestone. Pero todas esas cifras importan poco al siete veces campeón del mundo. Desde que terminó la prueba de ayer sólo tiene una cifra en la cabeza, el 11. "La cifra más importante es el once, los puntos que me separan de Alonso", explicó el alemán. Más allá de la victoria, es la forma en la que la logró lo que inquieta en Renault. Más aún cuando la próxima prueba, en Hungría, está programada para el domingo, y en una semana no parece que dé tiempo a mejorar mucho el auto. "Me sorprendió que estuviéramos tan lejos por delante", señaló Schumacher. "El doblete era nuestro objetivo", reconoció Schumacher. En efecto, las Ferrari no tuvieron rivales. Schumacher cuando agarró la punta no cedió ni siquiera en sus dos únicas paradas, y deleitó a una afición que lo vio ganar por cuarta ocasión el Gran Premio de Alemania. "Hace tres semanas que tenemos ventaja y debemos sacar el máximo partido", añadió el alemán, quien está seguro que la escudería francesa "recuperará su competitividad". Ahora, Ferrari se situó a sólo diez puntos en la Copa de Constructores. Nunca, en lo que iba de temporada, había llegado tan atrás el primer Renault. A falta de seis pruebas para el final, emoción asegurada. |