En la arcilla austríaca hubo partido (de dos horas y 23 minutos) sólo en el primer set. Lo demás fue todo de Calleri. El parcial inicial fue sumamente parejo y recién en el noveno juego el ganador pudo quebrar el saque, pero cuando sacó 5-4 perdió su servicio y el cotejo volvió a tablas. Tanta paridad desembocó en un ajustado tie break, donde los dos contaron con tres set points pero fue el cordobés quien sacó la mejor tajada. Desde ahí se produjo un quiebre en el desarrollo, porque Calleri se asentó en el juego de base, cometió menos errores no forzados (9 contra 31 del primer set) y fue muy superior. Lo mismo ocurrió en el último set, cuando volvió a imponer su estilo del palo por palo, ante un Chela que dejó de moverlo por el fondo de la cancha para provocar el error. Calleri nunca dudó de que tenía su segunda corona en el puño de la mano. |