| La imagen del viejo y querido Roberto De Vicenzo seguramente se apoderó varias veces de sus mentes. Es que Angel Cabrera y Andrés Romero estuvieron a las puertas de la hazaña, que finalmente quedó sólo en la promesa porque en el mundo del golf hay un monstruo bautizado Tiger Woods. La última ronda del Abierto Británico, que volvió a coronar al multimillonario norteamericano, ilusionaba porque tanto el "Pato" como el tucumano tenían la posibilidad de emular la hazaña de Roberto De Vicenzo (en 1967) cuando se llevó el título en Royal Liverpool. El tercer torneo de Grand Slam volvía después de 39 años al escenario que vio consagrar al Maestro, para repartir una bolsa de más de cinco millones de euros, de los que Woods se llevó más de un millón. Claro, Cabrera y Romero debían superar al número 1 del planeta y campeón defensor. Y Woods finalmente no les dio ninguna posibilidad, les mostró la chapa, impuso su enorme jerarquía y clase para retener el título con un contundente score de 269 golpes, 19 bajo el par. De todas formas, el norteamericano debió apelar a toda su sapiencia, porque su compatriota Chris DiMarco (-16) llegó a estar a un golpe de la punta y en algún momento pareció estar en condiciones de pelear el título. Los argentinos quedaron dentro del top ten del torneo más prestigioso del mundo: Cabrera terminó séptimo y Romero octavo, con apenas 25 años; así se aseguraron la participación en el próximo Master Británico. Lo de Woods a esta altura ya no tiene calificativos. Esta vez viajó a Liverpool sin su padre (murió hace poco de cáncer), con la determinación de retener el título. Lo hizo y así sumó el 11º título Major de sucarrera con el que se acercó más a los 18 conseguidos por Jack Nicklaus, hasta ahora el mejor golfista de todos los tiempos. En la tarde de ayer, el estadounidense se alejó de su último hoyo con los ojos llenos de lágrimas al recordar a su padre Earl, fallecido en mayo pasado. "En las últimas calles me alcanzó la emoción. Hubiera deseado poder mostrarle esto a mi padre", dijo Woods. Lo de Cabrera, con 278 golpes (-10) y Romero, con 279 (-9), fue muy bueno, al punto que el "Pato" llegó a la última ronda de ayer a sólo dos golpes de Woods. | 
