| El alemán Michael Schumacher ganó por octava vez el Gran Premio de Francia y confirmó que forma con su Ferrari el equipo más fuerte de la Fórmula 1, lo que obliga al líder del Mundial, el español Fernando Alonso, a mantener por el momento una actitud netamente defensiva. Schumacher, calzado con los excelentes neumáticos Bridgestone en su auto, sumó su segunda victoria consecutiva, la cuarta del certamen y la número 88 de su campaña. Alonso, quien fue segundo y minimizó los daños, sigue liderando con su Renault el Mundial con 96 puntos, pero ahora tiene a Schumacher con 79. Los 17 puntos entre ambos es la menor diferencia desde que Alonso comenzó una racha de cuatro victorias seguidas en el Gran Premio de España. De allí salió con 15 de ventaja, que tras ganar en Mónaco, Gran Bretaña y Canadá se dispararon hasta los 26. En Indianápolis, hace dos semanas, la tendencia cambió, y Schumacher volvió a ganar, demostrando que tanto él como Ferrari no se entregan. Su triunfo ayer en Francia confirmó que el alemán y su auto italiano con neumáticos japoneses son el rival a vencer. "Fue un resultado perfecto", afirmó exultante Schumacher después del triunfo en la propia casa de Renault. Tan contento estaba que celebró en el podio no sólo su triunfo, sino junto a todo su equipo festejó también la victoria de Italia en el Mundial de fútbol. Schumacher marcó ayer otro hito en la historia de la Fórmula 1 al imponerse por octava vez en Francia. Nunca un piloto había ganado tantas veces la misma prueba. La anterior plusmarca ya estaba en sus manos desde el año anterior, cuando se impuso por séptima vez en el Gran Premio de Canadá. Schumacher dominó de principio a fin la prueba, que quedó prácticamente definida en la salida. Alonso, quien movió tercero, no pudo superar al compañero del alemán en Ferrari, el brasileño Felipe Massa, el que lo tapó en las primeras vueltas y permitió que Schumacher se escapara adelante girando a gran velocidad. Alonso logró finalmente adelantar a Massa en su último ingreso a boxes, pero para entonces la ventaja de Schumacher ya era insalvable. El "fiel escudero" Massa completó el podio en la tercera posición., cumpliendo otra impecable tarea. Alonso envió un nuevo mensaje a su equipo, Renault, y al fabricante de neumáticos Michelin, porque Ferrari e incluso Toyota, ambos con Bridgestone, se mostraron nuevamente muy competitivos. "Los Ferrari eran los más rápidos en pista, e incluso los Toyota los segundos más fuertes. Hay que intentar mejorar para intentar mantener la diferencia que tenemos en el certamen", sentenció el español, quien fue ampliamente supero por Schumacher tanto en la clasificación como en la prueba. Schumacher no sólo ganó con Ferrari en la casa de Renault, su máximo rival, Renault, sino que ratificó que ahora mismo tiene el mejor auto para seguir la cacería del campeón. (DPA y AR). | 
