El circuito de Rafaela de altísima velocidad y, por supuesto, de riesgos mayores. Cualquier tipo de desperfecto o maniobra errónea significa un durísimo golpe contra la pared. La succión, como en Río Cuarto, es clave. Si no se utiliza en clasificación, no se estará adelante. Los autos ganan más de cinco kilómetros de velocidad con este capricho de la física y la aerodinámica. Las chicanas son de duro castigo para los neumáticos y las suspensiones. Especialmente hay que cuidar la goma delantera derecha, que soporta todo el peso del auto en los dos curvones. |