Es poco probable que los eslovacos sientan el peso de la historia cuando se enfrenten hoy contra Holanda (11) por octavos de final del Mundial de Sudáfrica: el papel de equipo tapado que da la sorpresa parece hecho a medida para los entrenados por Vladimir Weiss.
De hecho, nadie esperaba que Eslovaquia se metiera en octavos en su primer fase final de un Mundial. Contra Italia (3-2), el empate habría dado el pase a la azzurra, pero los aguerridos eslovacos destrozaron los pronósticos.
Y ya se sabe que, después de mandar a casa a un gigante, hacerlo por segunda vez parece algo más fácil. "Tal vez podamos sorprender a los holandeses", dijo el héroe de la primera fase, Robert Vittek. "Sabemos que son favoritos, pero también lo era Italia".
Claro que la situación de los "oranje" no es la misma que la de los azzurri". Holanda es uno de los dos únicos equipos en octavos de final, junto con Argentina, que ganó sus tres partidos del grupo. Pero también es cierto que lo hizo con actuaciones poco convincentes y que podría afrontar el partido en el estadio Moses Mabhida con dos bajas sensibles: la de sus estrellas Arjen Robben y Robin van Persie.
Robben está recuperado de una lesión en el muslo, pero el entrenador Bert van Marwijk dejó entrever que podría seguir reservando al delantero del Bayern Munich.
Van Persie, mientras tanto, tuvo que retirarse del entrenamiento del sábado por un problema en el tobillo. Si el punta del Arsenal no se recupera a tiempo, podría dejar su lugar a Klaas-Jan Huntelaar.
Las bajas también tocan a Eslovaquia, que saltará al campo sin el suspendido Zdeno Strba. Pero no parece que esto sea suficiente para mitigar la ilusión en el equipo. "Es como un sueño para nosotros", dijo Vittek. "Tenemos fe en nosotros. Fuimos al partido (contra Italia) pensando que podíamos dar la sorpresa".