El destino parece estar empeñado en seguir haciéndole pagar caro a Inglaterra aquel "robo" del ´66. Frente al mismo rival, se dio vuelta la moneda, y no le cobraron un gol mucho más legítimo que el de hace 44 años. Alemania le dijo adiós a los británicos tras aprovechar un fallo arbitral errado como base para asestarle una goleada tan histórica como aquella final perdida en la casa de los ingleses. Ahora será el rival de Argentina.

Lo holgado del 4-1 de los germanos, combinado con un juego sólido y muy efectivo en ataque, le permitieron al joven equipo de Joachim Löw volver a posicionarse como candidato a la corona.

Inglaterra se despidió rápido de Sudáfrica con una imagen muy pobre.

Es cierto que el partido podría haber cambiado si el línea Mauricio Espinosa le hubiese convalidado el legítimo gol de Fran Lampard, pero también que los británicos hicieron mucho para que Alemania se llevara la clasificación a los cuartos de final y se convierta en el rival de Argentina, reeditando lo ocurrido en su tierra cuatro años atrás.

El partido estaba parejo hasta que los británicos permitieron que un largo saque de arco de Neuer llegara hasta su propia área.

Allí estaba el implacable Miroslav Klose, que de sobrepique la mandó al fondo de la red mientras "Calamity" James no sabía si salir a cortar o quedarse.

Así Alemania sacó la primera ventaja, que unos minutos después amplió con una gran definición de Lukas Podolski desde la izquierda cuando parecía que la pelota se le escapaba.

Inglaterra reaccionó con el cabezazo de Matthew Upson ante una floja salida de Neuer.

El 1-2 incentivó a los de Fabio Capello que fueron por el empate y lo consiguieron un minuto después con una exquisita definición de Lampard, que dio en el travesaño y picó casi un metro adentro. Pero la rapidez con que la pelota volvió a salir del arco "engaño" al juez asistente que no vio el gol y por eso Larrionda dijo siga-siga.

La decisión estaba tomada y ya no hubo marcha atrás, pero reavivó el debate de si es necesario la incorporación de la tecnología en jugadas como esa. (Ver aparte)

Inglaterra quiso intentarlo nuevamente en el arranque del complemento, pero Alemania no lo perdonó.

Combinó un fútbol de altísima precisión con una velocidad imparable para los ingleses, que volvieron a mostrarse muy endebles en defensa.

Fue demasiada ventaja para un equipo Alemán que lo liquidó con dos tantos más de Thomas Müller y se aseguró la continuidad en el Mundial.

Mientras que Inglaterra se vuelve a su país con la goleada más abultada de su historia.