Los partidos anteriores se destacaron Lionel Messi y Gonzalo Higuaín, y ahora le tocó llevarse todos los elogios al Apache Carlitos Tevez, figura determinante de un choque caliente entre argentinos y mexicanos.
Desde ya, ésto desnuda que Argentina es una cuando ataca y otra cuando defiende. Maradona ayer confió en Nicolás Otamendi y Maxi Rodríguez para ocupar la banda derecha y fue por ese sector, con Salcido y Guardado en el primer tiempo y con Barrera en el segundo, por donde los aztecas generaron más peligro.
Para colmo, como Argentina juega con sus centrales en zona, para ese lado siempre salió a cortar Demichelis, que volvió a perder más de lo que ganó y que dejó escapar al "Chicharito"87 Hernández en el descuento. Nico Burdisso y Gabriel Heinze apuntalaron un sistema defensivo que mostró fisuras a la hora de coordinar la defensa con el medio.
Javier Mascherano regresó de su descanso y sufrió más de la cuenta, porque tuvo que luchar muchas veces en soledad con casi todos los volantes mexicanos y porque, como el fondo no achicaba y se abroquelaba, varias veces le ganaron peligrosamente las espaldas. La Fiera Rodríguez y Ángel Di María quedaron atrapados durante casi todo el partido contra el carril y muy pocas veces consiguieron entrar en el circuito de juego, menos ser verticales y ensanchar la cancha como había planeado Maradona.
Todas esas carencias, potenciadas en el complemento con una mitad de cancha que mostró poca personalidad para manejar y tomar la posesión del balón, no detuvieron la contundencia de Tevez y el Pipita Higuaín, las figuras nacionales y artífices de la victoria de Argentina.
La tarea de Messi provocará quizá un replanteo. Sin Verón, La Pulga se retrasó mucho y tuvo menos peso ofensivo del esperado pero además su ansiedad por el gol muchas veces lo hicieron pecar de individualista. En el inicio, La Pulga buscó ser el líder futbolístico, pero cuando el equipo estuvo 3-0 se relajó. Su mala suerte con el gol continúa. ¿Se le abrirá el arco ante Alemania.