El mediocampista francés Yoann Gourcuff se unió al coro de críticas contra las vuvuzelas, la popular corneta sudafricana que se ha convertido en protagonista de las gradas en el Mundial.
Gourcuff les atribuyó parte de culpa en el pobre empate a cero que su equipo logró en el debut ante Uruguay.
El irritante estruendo que provocan las vuvuzelas "es una de las explicaciones para nuestros errores de posición y de pase", señaló el delantero del Girondis de Bordeaux. "Con el ruido no se entendía nada de lo que decían los demás jugadores", explicó a la emisora francesa TF1. Como ya habían denunciado los uruguayos, Gourcuff aseguró que el equipo tuvo que comunicarse por señas.
También el capitán de los galos, Patrice Evra, se quejó de que el día del partido los jugadores se despertaron a las seis de la mañana debido al ruido de las cornetas en la calle. Sin embargo, se mostró más comprensivo: "Tuvimos que gritarnos en el campo, pero las trompetas son una tradición del país, no se puede empezar a criticarlas aquí".