Alemania consiguió ayer la primera goleada del Mundial al imponerse 4-0 sobre Australia por el grupo D, en una demostración de todo su poderío ofensivo.
Lukas Podolski y Miroslav Klose en la primera mitad y Thomas Müller y Cacau, en la segunda, fueron los autores de los tantos alemanes en la templada noche de Durban en el estadio Moses Mabidha, ante más de 62.000 espectadores.
Pese a la ausencia de Michael Ballack, lesionado justo antes del Mundial, los hombres de Joachim Löw, que cumplió 50 partidos al frente de la selección, demostraron que son un equipo que nunca hay que dejar de lado a la hora de pensar en candidatos
Ahora los alemanes enfrentarán a Serbia el viernes y si repiten la victoria, prácticamente ya estarán en octavos de final.
A pesar del recambio generacional y un plantel integrado en su totalidad con jugadores de la Bundesliga, Alemania mostró el juego de un equipo sólido. En cambios los australiano dejaron al descubiertos muchos desacoples defensivos y si continúa por este camino, ni por asomo se parecerá al del Mundial pasado en el que logró llegar a octavos y estuvo cerca de dejar en el camino a Australia.
Los germanos desplegaron verticalidad y eficacia desde el primer momento, con un Mesut Özil imparable para la defensa australiana y una delantera demoledora.
La cuenta la abrió Podolski a los ocho minutos al fusilar a Schwarzer tras un pase atrás de Müller.
El segundo llegó en el 26´, cuando Klose cabeceó a la red.
Australia no podía controlar a su rival, que estiró la venta cuando promediaba el complemento con los tantos de Müller y Cacau, para dejar en claro que es candidato.