Alemania se despidió de su Mundial con un triunfo por 3-1 ante Portugal que le permitió pasar a la historia como el tercer clasificado del torneo y ofrecer a su público una última victoria en el adiós. El primer tiempo fue parejo y con situaciones para cada equipo, aunque por momentos se cortó mucho y los jugadores que debían generar juego no lograban hacerse de la pelota. Portugal tuvo un comienzo para soñar. Con los desbordes de Simao por derecha y Cristiano Ronaldo por izquierda, inquietaron durante los primeros veinte minutos a una estática defensa alemana. El equipo de Luiz Scolari siguió insinuando pero no podía plasmar en la red el buen trabajo que hacía de mitad de cancha hacia adelante. A los 14, Pauleta tuvo la chance más clara con un mano a mano que Oliver Kahn despejó con solvencia. Después de los 20, Alemania comenzó a tener más la pelota y a inquietar, sobre todo con remates de media y larga distancia. A partir de los 30, el partido se hizo friccionado en la mitad de cancha y el entretenido partido que era, se transformó en un juego sin peligro. En el comienzo del complemento parecía que Portugal estaba más decidido a llevarse la victoria, pero a los 10, el volante Bastian Schweinsteiger enganchó de izquierda a derecha y sacó un terrible derechazo que, con la complicidad del arquero Ricardo, infló la red y marcó la primer diferencia para los alemanes. El partido se abrió y comenzaron a aparecer espacios para la contra del equipo anfitrión. Tras una falta por el sector izquierdo, impulsada por Schweinsteiger, el ingresado Petit tocó el balón al pasar y la metió en su propio arco. El partido estaba terminado, pero Schweinsteiger tenía otra joyita para regalar: a los 33 sacó un potente disparo desde fuera del área que se colocó en el palo izquierdo del arquero Ricardo. A tres del final, Nuno Gomes logró descontar. Alemania ganó bien, logró el tercer puesto y terminó ovacionado, dejando una imagen mucho más brillante de la que tenía antes del Mundial. |