"Como médico se que no es recomendable permanecer mucho tiempo en un sauna. Debo confirmar que Alessandro Nesta no podrá jugar la final", aseguró. Todas las ilusiones de recuperar para la final a uno de los mejores defensores centrales del mundo, habían sido vanas. La maldición que persigue a Nesta había vuelto a golpear. Jamás pudo completar los Mundiales que jugó. En los tres terminó lesionado, pero ahora es la ausencia más dolorosa, porque no estará en la final. Esta vez jugó los dos primeros partidos y se lesionó los aductores de la pierna derecha contra la República Checa. El infortunio de Nesta empezó en Francia, cuando contra Austria se rompió los ligamentos de la rodilla a los cuatro minutos y tuvo seis meses sin jugar. Volvió con la ilusión intacta a Corea y Japón, pero se iba a repetir la historia. Jugó tres partidos, pero una nueva lesión en un pie lo dejó afuera en la eliminación sufrida en octavos de final ante Corea del Sur. La ausencia de Nesta en los últimos partidos de Italia en Alemania, produjo la explosión Cannavaro y un milagro, la forma en que Marcello Lippi tapó el agujero. Primero, con Marco Materazzi, quien jugó con Cannavaro como si fueran mellizos. Pero Materazzi vio la tarjeta roja ante Aus-tralia. El bache lo cubrió el debutante An-drea Barzagli, jugando bárbaro. A pesar de los infortunios, el balance es único. A Italia no le marcaron un solo gol en este Mundial. El único fue en contra, de Cristian Zaccardo, en el 1 a 1 ante Estados Unidos de la primera ronda. |